EL COMPROMISO DEL NO COMPROMETIDO
Comprometerse es asumir una obligación o responsabilidad. Así de simple, así de complicado. Algo en nuestro modus vivendi nos lleva a evitarlo, a que sean otros los que se comprometan. Y no me refiero al novio que no quiere casarse, o la profesional que pospone tener hijos; sino a aquéllos que desean cambiar su fortuna al amparo de lo que hagan los demás. Compromiso también se define como dificultad, un "no poder hacer" por tener un "compromiso". Es usual que los que viven en edificios lo quieran en optimas condiciones. Pero nada de integrarse a las Juntas de Condominio, pues no hay tiempo para eso (luego sí vale quejarse de lo mal que lo hacen). El inconforme con su calle, el alumbrado, la recolección de basura, la inseguridad, pero que no vota por una propuesta de gobierno local sino por simpatía/antipatía automática, o prefiere la abstención por "justificadas" razones, la más común, que todos los políticos son malos (pero no se lanzan al ruedo po