35 NO ES 30 NI 40

Hoy es 03 de Marzo de 2013 y cumplo treinta y cinco años. Cada cumpleaños después de los treinta es una pequeña crisis. Las grandes crisis vienen por décadas: A los diez dejas de ser niño y empieza la pubertad. A los veinte termina la adolescencia y eres la joven promesa con toda la vida por delante. A los treinta, el inicio de la madurez, la plenitud, etcétera. Te empiezas a dar cuenta de que la juventud no es eterna, que debes asumir mayores responsabilidades, buscar la ansiada estabilidad económica y echar un vistazo a tus contemporáneos para ver si estás en la carrera o te vas quedando rezagado.

 A los cuarenta llega la temida crisis de la mediana edad, la línea entre juventud e inicio de la vejez, el momento de cuestionarte si has cumplido con tus metas laborales y familiares, o debes cambiar bruscamente el rumbo antes de que sea muy tarde. Los "nuevos treinta" le llaman algunos como justificación a una lucha imposible contra el tiempo.

Pero los treinta y cinco es una edad en el medio de algo y de nada. Ya no eres un carajito pero todavía eres joven. Quizás no has logrado todo lo que quieres, pero aún puedes cumplir tus metas. Tal vez toque hacer un chequeo interno para que el siguiente lustro no te agarre desprevenido. El tiempo es un mercenario que te roba y huye corriendo. Algo te dice que es posible ser lo que aún no has sido, llegar a la meta sin tener muy claro cual es: Si la quimera de la felicidad individual, o la trascendencia colectiva que dejará nuestro paso fugaz por la vida.

Miro por el retrovisor de lo políticamente correcto y voy marcando con una "X".
Estudios. Listo. Trabajo. Listo. Vivir fuera de la casa de tus padres. Listo. Matrimonio. Listo. Familia. Listo. Acciones positivas que beneficien a un colectivo. Listo. ¿Cuantas personas has ayudado? ¿Cuantas has jodido? ¿Qué has hecho por tu patria convulsa?

Sigo paseando por las esquinas de mi mente y veo un cartel que dice: ¡Peligro! NO PASE. Rompo el precinto y entro en tierras oscuras. Desentierro mis errores, limitaciones y defectos y los reviso, converso con ellos para entenderlos e intentar corregirlos pero no los escribo. Al menos no literalmente en esta nota.

     También hay una zona luminosa. Y un camino gris en el medio que parece largo y en varios tramos se bifurca hacia las tierras oscuras y el lugar de luz. Me detengo ante un poste con cientos de carteles. Algunos de ellos dicen: "Hacer más y procastinar menos". "Consolida tus proyectos". "Publica un libro". "No desistias en la lucha". "Protege a los tuyos". "Honra a tus Maestros". 

El camino está lleno de imprevistos y tiene muchos cuentos. Me gustaría releer estas notas dentro de cinco años. La vida es un checklist.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los ladrones de cuerpos

Danza Macabra

Liga de la Justicia: Origen