CHÁVEZ: UN DESENLACE INESPERADO

"Después de mí, el vacío, el caos" (Hugo Chávez Frías, 1954 - 2013).

 Se veía venir. Tres meses sin hablar ni salir en televisión. Casi dos años batallando contra el cáncer. Hermetismo y contradicción en los partes médicos. Sin embargo, el anuncio de su muerte nos abrumó a todos, como algo difícil de creer ¿En serio se murió Chávez?
El líder omnipresente, el hombre orquesta, el guía imprescindible y cohesionador, el Big Brother orwelliano; dejó el poder de la forma menos pensada: no por un Golpe de Estado o por una derrota electoral, ni siendo víctima de un complot financiado por la CIA (a pesar de las declaraciones de Nicolás Maduro sobre una posible inoculación de la enfermedad horas antes del anuncio). Chávez, el hombre, falleció como cualquier mortal víctima de una terrible enfermedad. Aún sorprende leer los obituarios.

Cayó Chávez y en general no hubo manifestaciones de alegría en sus adversarios ni de derrota en sus seguidores. Unos funerales apoteósicos y cientos de miles movilizándose en su evidente dolor por la pérdida del padre político, ratificándo su innegable conexión popular y emocional (cuasi religiosa) en una despedida pocas veces vista. Otros miles, observaron en silencio hasta el tercer día cuando cacerolearon desde casas y edificios la juramentación del sucesor Nicolás Maduro como Presidente Encargado. El país que siempre giró en torno a él, lo sigue haciendo post mortem.

A Chávez lo vi en primera fila en el 2004, en un acto en Guanarito, Estado Portuguesa. El Presidente entregaba tractores rojos a campesinos del Estado, en el marco de un convenio de cooperación internacional del que el INCE (Hoy INCES) formaba parte y en el cual me tocó trabajar. Rodé horas de camino desde el día anterior con el convenio bajo el brazo, para que finalmente Casa Militar no me dejara acceder al sitio de la firma por no aparecer en el "listado".  Tuve que ver el acto entre el público eufórico que lo aclamaba como el que tiene enfrente un Mesías de discurso incendiario. Recuerdo que en la tarima junto al entonces Presidente del INCES, Cap. Eliécer Otaiza, se encontraba el Presidente del "Banco del Pueblo Soberano", el sacerdote asimilado militar Julio César Barillas, quién me reconoció entre el gentío y alzó una botella de agua mineral como gesto ante mi aspecto deshidratado. Semanas después sería impactado con la noticia del suicidio de Barillas, quién se daría un balazo en el pecho estando en su oficina.

Algo que suele pasarse por alto es el hecho incontrovertible de que el INCES salvó políticamente a Chávez y coadyuvó a consolidar el mito. ¿Lo duda?

Corría el año 2003 y el gobierno venía de la mayor de la crisis que tuvo durante sus catorce años. Un golpe fallido en 2002 y un paro petrolero desembocaría en la realización de un Referéndum Revocatorio. Chávez vivía su momento de más baja popularidad. Y entonces, bajo la asesoría del gobierno cubano, Chávez sacaría un as bajo la manga y lanzaría uno de sus mayores logros, su bandera y lema social: las "Misiones".

Se repite erróneamente que fue "Barrio Adentro" la primera de ellas, pero no es cierto, si bien Barrio Adentro fue su primer programa social de impacto después del llamado "Plan Bolívar 2000"; el nacimiento de la "Misión Robinson", llevada exitosamente por el INCE, estrenó el nombre de "Misión" que luego sería adoptado por todos sus programas sociales como símbolo de la revolución abocada a los más pobres. la Misión Robinson, y de esto fui testigo, se metió en los barrios, las cárceles, caseríos indígenas y los sitios más recónditos, alfabetizando a más de un millón quinientos mil venezolanos en un año, según datos avalados por la "UNESCO". Fue tal el nivel de trabajo que en el INCES se popularizó la frase "Divorcios-Robinson". Y, como ya es sabido, Chávez ganaría el referendum revocatorio con 59% de los votos. Ninguna de sus continuaciones delegadas en otros Ministerios (Robinson II, Ribas, Sucre) tuvo tal contundencia, afectadas de un mal común e irresoluble en su gobierno: la improvisación y falta de seguimiento de las políticas públicas.

Hoy, lamentablemente, el INCES se encuentra en un proceso de transformación que apuntala a su desmantelamiento, pero esto es parte de otra historia. Y, dato curioso, dos de sus Presidentes han llegado al segundo cargo más importante, Vicepresidente Ejecutivo de la República: Elías Jaua y Jorge Arreaza.

 En el ámbito sindical, he evidenciado en la práctica las contradicciones del proceso. Avances como la reducción de la jornada, el ticket alimentario, la prescripción decenal de las acciones laborales,  la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y los Juicios Orales con su fase de Mediación; la creación de la Sala de Casación Social; novísimas disposiciones en materia de Derechos Humanos Laborales contenidos en la Constitución Nacional y en la nueva LOTTT, homologación de las pensiones del Seguro Social, y el muy anunciado "regreso" al sistema anterior de Prestaciones Sociales; entre otros  beneficios que, en contrapartida, son devorados por la volátil inflación que no ha podido controlar el gobierno, y que arrasa con sueldos y salarios. Por otro lado,  una revolución que se denomina obrerista pero que busca imponer la sumisión del movimiento sindical, la criminalización de la protesta social y la suspensión administrativa de los sindicatos autónomos a través de mecanismos burocráticos que limitan las elecciones, contratos colectivos y huelgas, sumado a la promoción e injerencia de organizaciones paralelas político-partidistas. Quizás en este ámbito haya privado la lógica militar, diametralmente opuesta al ejercicio de la Libertad Sindical.

Frases como "En Revolución los Sindicatos deben desaparecer" (Chávez, 2005), dan una idea de la lucha que hemos debido afrontar quienes desde el sector público nos hemos mantenido independientes y combativos en pro de los trabajadores (as), en medio de una visión política donde Estado, Gobierno y Partido se confunden en uno sólo.

Con Chávez no hay medias tintas. Desde que irrumpió en la escena política del país, la polarización se impuso y su rechazo o apoyo es más emocional que racional. Quienes intentamos moderación y objetividad terminamos arrastrados por alguna de las dos fuerzas telúricas que dividen al país. Un enfrentamiento que tiene su máxima expresión en la retórica, lo que para unos es revolución, para otros no es más que populismo militarista, lo que de un lado ven como inclusión, otros lo ven como prácticas de exclusión, y así se van dividiendo, sin tono de grises, las visiones sobre el legado de Chávez: 

  • Socialismo del Siglo XXI            Vs.             Castro-Comunismo con Petrodólares
  • Segundo Libertador                     Vs.             Caudillo Bipolar 
  • Conciencia Política                      Vs.             Ideologización
  • Padre que nos abrió los ojos        Vs.             Demagogia Mesiánico-Religiosa
  • Liderazgo                                     Vs.             Autoritarismo
  • Hombre Nuevo                             Vs.            Dominación y Sumisión.
  • Chávez es Amor                           Vs.            Chávez sembró el Odio entre Venezolanos
  • Todo el poder para el pueblo        Vs.            El poder concentrado en un sólo hombre
  • País Potencia                                 Vs.            Inseguridad Jurídica y Desinversión
  • Reducción de la pobreza               Vs.            Rentismo y Maquillaje de cifras.
  • Calidad de vida                              Vs.           Inseguridad y Violencia exacerbada
  • Redistribución de la Riqueza         Vs.           Corrupción, Despilfarro y Extractivismo
  • Soberanía Alimentaria                   Vs.           Escasez.
  • Especulación empresarial              Vs.           Inflación.
  • Posicionamiento Internacional       Vs.          Regaladera a otros países.
  • Integración Latinoamericana          Vs.          Injerencia y Petrochequera
  • Los Pobres primero                        Vs.           Carisma y Labia electorera.
  • Lucha contra la Oligarquía             Vs.          Boliburguesía
  • Hegemonía Comunicacional          Vs.          Manipulación Mediática
  • La perversa 4ta. República             Vs.          El desastre de la 5ta. República
  • Antiimperialismo Yankee               Vs.         Invasión Cubana
  • Un sólo Gobierno                            Vs.         Clientelismo y Nepotismo.
  • Ajuste                                              Vs.         Devaluación
  • Expropiación                                   Vs.         Violación a la propiedad privada
  • Comunas                                          Vs.        Destrucción del aparato productivo
  • Colectivos                                        Vs.        Paramilitarismo
  • Oposición Fascista                           Vs.        Gobierno Fascista
  • Liberación                                        Vs.        Enajenación
  • Lucha Social                                     Vs.       Falsas Promesas
  • Desarrollo                                         Vs.       Incapacidad
  • Sabotaje                                            Vs.       Falta de luz, agua y productos
  • Inoculación del cáncer                      Vs.       Mala praxis cubana
  • Una Economía sólida                        Vs.       Despilfarro y Deuda Pública exorbitante
  • El Gran Vencedor Electoral              Vs.       Trampa y Ventajismo
  • Unión Cívico-Militar                         Vs.       Militares Politizados
  • Oposición Golpista del 2002             Vs.       Gobierno Golpista del 92

Y así pudiera seguir ad infinitum. Los extremos se tocan, dicen por ahí. Si tuviera que elegir un punto de coincidencia entre ambos factores, ese sería la Constitución de 1999, elogiada e invocada por las dos partes aunque con interpretaciones distintas. No obstante, la oposición llamó a votar en contra de ella antes de ser aprobada, y el gobierno quiso cambiarla infructuosamente en el 2007. La polarización no acaba aquí. El mismo día de la muerte de Chávez, recibí mensajes de allegados que emigraron del país, del tipo "Al fin se murió el tirano" "QEPD... En el infierno". En la otra acera, al salir a la calle al día siguiente, dos trabajadores con identificación del canal del Estado, VTV, comentaban: "Ayer le cayeron a coñazo a los mariquitos de Chacao..." Ese es parte del país que nos queda y que debemos afrontar y reconstruir de la forma más sensata. Los venezolanos tenemos un enorme reto de respeto y convivencia donde prive la conciliación sobre la confrontación. Es muy pronto para balances completamente objetivos, el tiempo y la distancia se encargarán de darle su lugar por encima de las pasiones del momento. Lo cierto es que hoy, la incertidumbre sobre nuestro futuro inmediato, continúa. Por ahora.
                                 
                          
    

Comentarios

  1. Excelente crónica carlos, compartiendo!

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  2. un poco monocromatico, ya que no todo se ve asi, lo que si es, es que imperan solo dos colores, y estos son asi, como los escribiste...ya que por un lado, aquellos que no estan dentro de la maquinaria chavista, pero lo son, trabajan incansablementes por el sistema que los ampara a la hora de ampararlos, no por eso deberia de ser asi, Venezuela tiene que unirse nuevamente y encontrar a un culpable, y este es el poder, el protestar por todo aquel que abuse del poder, sea quien sea...y los chavistas del gobierno abusan de este como los de la opocision asi lo hacen...

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