LA CALLE B
"Hay dos tipos de
patriotas: el que ama a su país y el que ama al gobierno de su país.
Lógicamente los gobiernos consideran más patriotas a estos últimos" (Jaume Perich).
-¡Corran, corran que viene la
Guardia!
-¡Cuidado, están disparando lacrimógenas!
-¡Desgraciados hay niños en los
edificios..!
La Calle B de Los Ruices
se encuentra enclavada en una zona industrial y está rodeada de una veintena de
edificios. Su dato referencial más relevante es su cercanía al canal del Estado Venezolana de Televisión (VTV). Desde la noche del 12 de febrero, luego
de la marcha con motivo del Día de la Juventud que culminó con 2 homicidios presuntamente perpetrados por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), inició una jornada de protesta en el sector cuyos afectados somos los propios vecinos.
Al caer la noche, comienzan los
cacerolazos contra el gobierno. Luego, un grupo de vecinos, varios de ellos
jóvenes encapuchados de las calles A y B, arman barricadas y las queman. Desde el primer día, la
Guardia Nacional Bolivariana (GNB) intentó neutralizar a los manifestantes en
forma desproporcionada. El saldo: niños,
ancianos y adultos desesperados e insomnes, afectados de problemas respiratorios a causa de basura, cauchos quemados y bombas lacrimógenas.
Transcurridas 3 semanas de protestas que han encendido Venezuela, 18 muertos y 863 detenidos, en su mayoría miembros del movimiento estudiantil y líderes de oposición, entre ellos, Leopoldo López, la manifestación no cesa. En una nota que publiqué en noviembre titulada ¿Hacia Donde Vamos?, vislumbraba lo que posiblemente ocurriría. Un país petrolero sin dólares, signado por ser de los más violentos e inseguros del mundo, con una inflación estratosférica, escasez, peleas en los supermercados por un rollo de papel higiénico, deterioro de los servicios públicos, además de las imposiciones ideológicas para al menos la mitad de la población, era previsible que cualquier chispa encendiera un presente de futuro oscuro.
El blackout informativo no transmite la realidad de lo que aquí se vive. No obstante, las redes sociales han desmontado la versión oficial de que Los Ruices es un ghetto fascista y VTV y los Guardias Nacionales las víctimas desamparadas del asedio de mercenarios terroristas. Sólo el primer día los pocos manifestantes que montaron la guarimba lo hicieron cerca de VTV y enseguida llegaron los colectivos motorizados y la GNB, con tanqueta incluida. El resto de los días la protesta ha sido en la calle aledaña, que de paso, está militarizada.
La GNB disparó por varios días consecutivos bombas lacrimógenas hacia los edificios y la calle cerrada, siempre de noche, afectando con los gases no solo a los manifestantes sino a niños y ancianos ajenos al conflicto; haciendo uso arbitrario de la fuerza con sustancias tóxicas, violando derechos humanos al poner en riesgo la salud de los residentes.
Rápidamente, los vecinos debieron improvisar un sistema de comunicación de edificio a edificio, de gritos ensordecedores y vigilancia continua que convierte la calle en un corredor casi infranqueable para los militares; repelidos con botellas, piedras, pintura y hasta materos arrojados desde los apartamentos.
A pesar de protestas ingeniosas como "traer la playa" a la calle o cantar el Himno Nacional frente a la GNB, también ha habido irracionalidad y exceso de parte de radicales que siguen quemando basura, afectando a todos con el humo, como el caso de mi vecina de 80 años y mi hijo de 2 meses. Desde siempre he reivindicado la protesta pacífica. Fui parte promovente de la campaña de ONG´s y Organizaciones Sociales Protestar no es un Delito es un Derecho; desde el 2006 he marchado, trancado calles parcialmente y hasta me he encadenado 7 horas en el portón del Inces. Pero jamás he expuesto la vida de los trabajadores que me apoyan y menos he intentado asfixiarlos con hogueras para desafiar a algún Ministro.
En los últimos días ya ni la Guardia entra a la calle sino que se limita a "custodiar" VTV. Quizás entendieron que nos estamos ahogando nosotros mismos al incendiar las barricadas. Sin poder salir si se presenta una emergencia, presos de nuestra propia trampa. La estupidez no sabe de bandos políticos. De la represión de la GNB y la quema de calles dejo testimonio con 5 videos que subí a YouTube, recordando una frase de Arturo Uslar Pietri, tomada de su célebre columna Pizarrón:
Transcurridas 3 semanas de protestas que han encendido Venezuela, 18 muertos y 863 detenidos, en su mayoría miembros del movimiento estudiantil y líderes de oposición, entre ellos, Leopoldo López, la manifestación no cesa. En una nota que publiqué en noviembre titulada ¿Hacia Donde Vamos?, vislumbraba lo que posiblemente ocurriría. Un país petrolero sin dólares, signado por ser de los más violentos e inseguros del mundo, con una inflación estratosférica, escasez, peleas en los supermercados por un rollo de papel higiénico, deterioro de los servicios públicos, además de las imposiciones ideológicas para al menos la mitad de la población, era previsible que cualquier chispa encendiera un presente de futuro oscuro.
El blackout informativo no transmite la realidad de lo que aquí se vive. No obstante, las redes sociales han desmontado la versión oficial de que Los Ruices es un ghetto fascista y VTV y los Guardias Nacionales las víctimas desamparadas del asedio de mercenarios terroristas. Sólo el primer día los pocos manifestantes que montaron la guarimba lo hicieron cerca de VTV y enseguida llegaron los colectivos motorizados y la GNB, con tanqueta incluida. El resto de los días la protesta ha sido en la calle aledaña, que de paso, está militarizada.
La GNB disparó por varios días consecutivos bombas lacrimógenas hacia los edificios y la calle cerrada, siempre de noche, afectando con los gases no solo a los manifestantes sino a niños y ancianos ajenos al conflicto; haciendo uso arbitrario de la fuerza con sustancias tóxicas, violando derechos humanos al poner en riesgo la salud de los residentes.
Rápidamente, los vecinos debieron improvisar un sistema de comunicación de edificio a edificio, de gritos ensordecedores y vigilancia continua que convierte la calle en un corredor casi infranqueable para los militares; repelidos con botellas, piedras, pintura y hasta materos arrojados desde los apartamentos.
A pesar de protestas ingeniosas como "traer la playa" a la calle o cantar el Himno Nacional frente a la GNB, también ha habido irracionalidad y exceso de parte de radicales que siguen quemando basura, afectando a todos con el humo, como el caso de mi vecina de 80 años y mi hijo de 2 meses. Desde siempre he reivindicado la protesta pacífica. Fui parte promovente de la campaña de ONG´s y Organizaciones Sociales Protestar no es un Delito es un Derecho; desde el 2006 he marchado, trancado calles parcialmente y hasta me he encadenado 7 horas en el portón del Inces. Pero jamás he expuesto la vida de los trabajadores que me apoyan y menos he intentado asfixiarlos con hogueras para desafiar a algún Ministro.
En los últimos días ya ni la Guardia entra a la calle sino que se limita a "custodiar" VTV. Quizás entendieron que nos estamos ahogando nosotros mismos al incendiar las barricadas. Sin poder salir si se presenta una emergencia, presos de nuestra propia trampa. La estupidez no sabe de bandos políticos. De la represión de la GNB y la quema de calles dejo testimonio con 5 videos que subí a YouTube, recordando una frase de Arturo Uslar Pietri, tomada de su célebre columna Pizarrón:
"Hay que luchar contra el monstruo sin convertirse en monstruo, sin renunciar a la grandeza humana y a la inteligencia, porque de otra manera, en qué consistiría la victoria."
Excelente! Difundiendo en http://periodicoellibertario.blogspot.com/2014/03/testimonio-desde-caracas-la-calle-b.html
ResponderEliminarSaludos
Buena reflexión hay que retomar y cambiar estrategia con la sola óptica del enemigo enfrente no adentro, tenemos que cuidar detalles que solo dejan descontento y frustración cuando debes cuidarte del exceso de parte y parte
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