LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL HOMBRE ORQUESTA
Ahora, viejo y
cansado, el Hombre Orquesta ve con preocupación que no haya quien lo sustituya.
Pasaron los años
y el Hombre Orquesta nunca enseñó a sus utileros sus secretos. Soy único e
insustituible, pensó.
El Hombre Orquesta
nunca permitió que sus utileros usaran sus instrumentos. Aún ahora, en su
decadencia, quiere ser eterno.
El Hombre
Orquesta sólo permitió que le cargaran los instrumentos, nunca a usarlos. Los
suplentes desafinan.
El Hombre
Orquesta buscó los teloneros más grises para que no lo opacaran. Maldice su
artritis.
El Hombre
Orquesta, extenuado, creyó en Cadenas: Su éxito fue solo humo.
El Hombre
Orquesta se cree dueño de la música. Por eso teme la melodía de los otros.
El Hombre
Orquesta ve con pavor que su público merme. Ya no lo aplauden como antes
.
.
El Hombre
Orquesta vuelve a desafinar. Culpa a sus utileros. Y el público le cree.
El Hombre
Orquesta tiene su genio: hace creer a su público que lo que toca es música.
El Hombre
Orquesta hace que el público repita sus canciones. Los utileros son su coro.
Al Hombre
Orquesta le faltó ímpetu. Desafina, fallan los instrumentos, suena monocorde.
La culpa es de los medios (cornetas, micrófonos, etc.).
El Hombre
Orquesta se complace de un público que en gran parte asistió obligado.
El Hombre
Orquesta toma una trompeta y le dice a su público que es guitarra. Todos corean
"¡Es Guitarra!"
El Hombre
Orquesta promete conciertos pero solo ensaya. Y la gente sigue creyendo.
El Hombre
Orquesta enamoró a su público con Rock N' Roll. Ahora sólo toca el mismo
aburrido sonsonete.
El portero mira
el espectáculo y piensa: "el problema no es el show del Hombre Orquesta.
Es la gente que lo aplaude".
Los utileros
defienden con su vida el show del Hombre Orquesta. Es que en ningún otro lado
se hubieran enriquecido con semejante fiasco.
Perdonen al
Hombre Orquesta. Es que siempre quiso ser mago.
Desde que salió
en T.V., el Hombre Orquesta dejó de dar conciertos. Solo reality-shows.
El Hombre
Orquesta es generoso. Regala sus ingresos a músicos de otros países. Hay que
aumentar el precio de las entradas locales.
El Hombre
Orquesta revolucionó la música: da conciertos vía twitter.
La artritis que
le impide tocar al Hombre Orquesta es proporcional al cansancio de su público.
Respeten al
Hombre Orquesta: Es un señor mayor y enfermo. (Dejémosle ofender a otros
músicos).
El Hombre
Orquesta y su gula de jengibre. Su otrora potente voz se deshace en un silbido.
Al Hombre
Orquesta no le permiten envejecer. Para reforzar su imagen viril, lo maquillan,
se pinta el pelo y las cejas, y sale a escena.
El Hombre
Orquesta pintó un nuevo cuadro de Jhon Lennon, con otro rostro, y nos revela
que no era un Beatle. Solo él conoce
la verdadera historia.
El Hombre
Orquesta se nos revela hijo de Jhon Lennon. No lo vi venir.
El Hombre Orquesta.
De paradigma a lugar común.
El Hombre
Orquesta: De paradigma y verbo a lugar común y sustantivo.
El Hombre
Orquesta desafina en el escenario, el público protesta, suspenden el concierto.
No oye. Se dañó el amplificador, se excusa.
El Hombre
Orquesta canta la canción que lo hizo famoso: "Yo Soy Tu Robin Hood", pero el público comienza a verlo
como al Sheriff de Nottingham.
Explota
un amplificador y muere el recogecables. El público grita. El Hombre Orquesta
desenchufa su instrumento y continúa unplugged. El show debe continuar.
Hay
otro músico en la ciudad: Jhonnie Walker. Pero el Hombre Orquesta no piensa en
retirarse, menos en ceder los espacios.
Nunca pensé que
vería al Hombre Orquesta versionando las canciones de la competencia. Antes él imponía el ritmo. Culpa
de Jhonnie Walker.
El Hombre Orquesta no es realmente un buen músico. Es un gran actor que conmueve en escena.
El Hombre Orquesta nunca hubiera llegado tan alto sin sus pequeños utileros.
El Hombre Orquesta sólo sabe de monólogos.
Imaginen que los
Beatles hubieran decidido hace 50 años que sólo ellos podían tocar música y
nadie más. Así piensa el Hombre Orquesta.
Día de la
competencia musical con Jhonnie Walker. El Hombre Orquesta había olvidado lo que era estar nervioso antes de un Concierto.
El Hombre Orquesta no es un músico, es un líder religioso. Por lo tanto, lo de menos es si toca
bien o mal.
El Hombre Orquesta dejó de asistir a los conciertos y sus utileros tocan por él con su máscara
puesta.
El Hombre Orquesta cayó
estrepitosamente al suelo. Le jalaron tanto mecate que se le reventó la hamaca.
Hoy, el Hombre Orquesta anunció la cancelación de su gira perpetua.
Al perder su don, El Hombre Orquesta sintió
la peor frustración de su vida. El mismo don de Lengua de Serpiente, sombra de Théoden.
Los utileros que
hoy se rasgan vestiduras por el Hombre Orquesta
no dijeron nada cuando se enriquecían con los conciertos que dio lesionado.
El
Hombre Orquesta fue también un gran torero: La multitud solía sucumbir
distraída ante sus trapos rojos mientras mataba al toro.
Dos teloneros del Hombre Orquesta tomaron
sus instrumentos intentando ser él. Pero hasta para ser un fraude del fraude
hay que tener talento.
El Hombre Orquesta también sabe de ilusionismo. Toca sin salir en escena.
Antes
de retirarse de los escenarios, el Hombre Orquesta dejó un hijo. Y le legó sus
instrumentos pero sin partituras.
Fin
de la telenovela. El Hombre Orquesta dio su último concierto.
BONUS TRACK: EL HIJO DEL HOMBRE ORQUESTA
El Hijo del Hombre Orquesta versiona las canciones de
su padre pero el talento no es heredable.
Que el Hijo del Hombre
Orquesta salga con un pajarito en el hombro no lo hace más pirata que su padre.
El
Hijo del Hombre Orquesta cree que se está comiendo el escenario y su gente con
cara de Neruda: “Me gustas cuando callas
porque estas como ausente.”
El
Hijo del Hombre Orquesta toca de oído: siempre improvisa o espera que le soplen
la letra.
El Show del Hijo del Hombre
Orquesta en dos
palabras: Teatro y disfraz.
El Hijo del Hombre Orquesta
extraña sus días de utilero.
¿Es el Hijo del Hombre Orquesta quien domina la escena o son los utileros quienes lo utilizan a él?
¿Es el Hijo del Hombre Orquesta quien domina la escena o son los utileros quienes lo utilizan a él?
Ya la gente se
cansó de la música del Hijo del Hombre Orquesta. Por eso ya no canta, ahora
grita más duro, cierra la puerta y le echa sus guardaespaldas al público.
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