LA PESCA
"Mi pluma no se prestará para escribirle a un tirano" Cruz Salmerón Acosta Estamos a un kilómetro de la costa en un bote de 10 metros. El sol de mediodía nos quema a 36° grados centígrados. La cerveza fría es un implemento de supervivencia. Francisco José maneja los motores, ubica las nasas y guía la pesca sin apenas decir palabra. Lleva una franela verde y un rostro tostado que surcan arrugas prematuras. Jorge, mi padre, echa los cuentos mientras que Diego y yo hacemos de atentos testigos. -Una vez pescábamos cabaña mar adentro, en un sector llamado El Placer, entre Punta de Araya y Nueva Esparta, cuando desde una embarcación cercana, el pescador se lanzó al mar para atrapar una presa que se le había soltado del nylon diciendo 'no vine de tan lejos para dejarte ir', y de pronto escuchamos los gritos y vemos la sangre. Un tiburón le había arrancado la pierna. A duras penas lo subieron y se fueron hacia Cumaná. Nunca supimos si sobrevivió... Manicu