Mi apellido es una estadística
Artículo de Carlos Patiño para El Cambur Mi primo Gregory fue como el hermano mayor que no tuve. Mi madre salía a trabajar y me dejaba cuidando en su casa. Allí me hizo cambiar Los Pitufos por Mazinger Z, Sawamura y Dai Apolón. Cuando quería cobrarse una travesura de su hermano menor Alejandro, me usaba para que yo peleara por él. También me quebró mi último tetero a los 4 años cuando estos solían ser de vidrio (trauma que siempre le saqué de adulto). Luego vino la época de rumbas, viajes a la playa, competir por chicas e intercambiar discos de Radiohead por casetes de Sublime. Recuerdo su Pick Up verde atravesando la geografía desde Ocumare del Tuy hasta la Península de Araya. Cada uno tuvo su banda de rock, yo vocalista de Histeria hasta bachillerato; él con Nass y otras bandas hasta cumplir 40. Fuimos fanáticos de la Vinotinto desde la época en que perdía por 10 goles, aunque su pasión fue siempre el Real Madrid