El cierre de un ciclo
El 30 de agosto de 2016 culminaré una etapa inigualable al frente de SINTRAINCES. Luego de ser fundador y presidente electo por dos períodos consecutivos, tomé la difícil pero correcta decisión de no postularme de nuevo. Creo en la alternabilidad democrática y en la renovación de liderazgos. En los proyectos sólidos que trascienden a las personas. A partir de ahora, nuevos retos me esperan en la defensa de los Derechos Humanos.
Han sido diez años vertiginosos de aprendizaje y lucha; durante los cuales renovamos la acción sindical en el INCE (hoy Inces), no limitándonos a la promoción y defensa de los derechos laborales de nuestros afiliados, sino también articulando propuestas de incidencia pública, institucionales y formativas, desde la base de los trabajadores hacia el país.
Nos esforzamos en fomentar la inclusión, la convivencia y el respeto entre distintas corrientes de pensamiento político; en unificar los beneficios laborales trascendiendo las barreras que buscan separar a funcionarios de obreros, a fijos de contratados, a instructores de maestros, a los activos de los jubilados y pensionados. Establecimos alianzas estratégicas con Federaciones, Centrales Sindicales, movimientos sociales y organizaciones de Derechos Humanos.
Discutimos y firmamos 3 Convenciones Colectivas, concretando igual número de procesos electorales, marcando notable diferencia entre las condiciones y beneficios que existían antes de la creación de SINTRAINCES y la actualidad; en un contexto nada favorable para el ejercicio de las libertades sindicales. Reivindicamos el diálogo y el derecho a la protesta pacífica, expresado en asambleas, manifestaciones, marchas, concentraciones, activismo en redes sociales; aunado a acciones ante distintos órganos nacionales e internacionales, entre ellos el Ministerio del Trabajo, la Asamblea Nacional, la Defensoría del Pueblo, la OIT y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Democratizamos una consigna que hoy con orgullo otras organizaciones enarbolan: ¡Derecho que no se defiende, es derecho que se pierde!
SINTRAINCES ha obtenido memorables resultados que en definitiva, cimentaron una cultura sindical que se traduce en 25 seccionales activas en todo el territorio nacional. Pero también ha sido un muro de contención ante los avances de desmantelamiento institucional, impuestos por algunos aventureros en funciones gerenciales, que han hecho polvo las paredes pero no las bases de esa noble institución formativa, aún de pie a pesar de los embates: el Inces.
La historia de la creación de SINTRAINCES y su primera década de lucha fue sistematizada con el apoyo de la ONG Provea en la siguiente publicación web gratuita: “Sintrainces, fuerza trabajadora”:
http://www.derechos.org.ve/…/wp-con…/uploads/sintrainces.pdf
Quiero agradecer a los trabajadores del Inces por acompañarme en esta experiencia. Pero en especial, a mis compañeros de lucha con quienes he tenido el privilegio de poder trabajar, a los dirigentes sindicales que hoy día son mis grandes amigos. La despedida de hoy es el cierre de un ciclo y la apertura de otro. Confío en las capacidades del equipo que tomará el testigo de la conducción sindical Inces. Todavía hay mucho por hacer pero la buena noticia es que SINTRAINCES sigue de pie. Esto apenas comienza.
Nos esforzamos en fomentar la inclusión, la convivencia y el respeto entre distintas corrientes de pensamiento político; en unificar los beneficios laborales trascendiendo las barreras que buscan separar a funcionarios de obreros, a fijos de contratados, a instructores de maestros, a los activos de los jubilados y pensionados. Establecimos alianzas estratégicas con Federaciones, Centrales Sindicales, movimientos sociales y organizaciones de Derechos Humanos.
Discutimos y firmamos 3 Convenciones Colectivas, concretando igual número de procesos electorales, marcando notable diferencia entre las condiciones y beneficios que existían antes de la creación de SINTRAINCES y la actualidad; en un contexto nada favorable para el ejercicio de las libertades sindicales. Reivindicamos el diálogo y el derecho a la protesta pacífica, expresado en asambleas, manifestaciones, marchas, concentraciones, activismo en redes sociales; aunado a acciones ante distintos órganos nacionales e internacionales, entre ellos el Ministerio del Trabajo, la Asamblea Nacional, la Defensoría del Pueblo, la OIT y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Democratizamos una consigna que hoy con orgullo otras organizaciones enarbolan: ¡Derecho que no se defiende, es derecho que se pierde!
SINTRAINCES ha obtenido memorables resultados que en definitiva, cimentaron una cultura sindical que se traduce en 25 seccionales activas en todo el territorio nacional. Pero también ha sido un muro de contención ante los avances de desmantelamiento institucional, impuestos por algunos aventureros en funciones gerenciales, que han hecho polvo las paredes pero no las bases de esa noble institución formativa, aún de pie a pesar de los embates: el Inces.
La historia de la creación de SINTRAINCES y su primera década de lucha fue sistematizada con el apoyo de la ONG Provea en la siguiente publicación web gratuita: “Sintrainces, fuerza trabajadora”:
http://www.derechos.org.ve/…/wp-con…/uploads/sintrainces.pdf
Quiero agradecer a los trabajadores del Inces por acompañarme en esta experiencia. Pero en especial, a mis compañeros de lucha con quienes he tenido el privilegio de poder trabajar, a los dirigentes sindicales que hoy día son mis grandes amigos. La despedida de hoy es el cierre de un ciclo y la apertura de otro. Confío en las capacidades del equipo que tomará el testigo de la conducción sindical Inces. Todavía hay mucho por hacer pero la buena noticia es que SINTRAINCES sigue de pie. Esto apenas comienza.
Con la certeza del deber cumplido, me despido.
Carlos Patiño Pereda
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