Indignarse no basta
“Cuando una cosa avanza, otra retrocede.”
STÉPHANE HESSEL
En Venezuela no faltan motivos para la indignación. Las razones políticas, sociales y económicas son harto conocidas. Al cumplirse un año de la rebelión popular de 2017, cuyo balance fue de 6.729 protestas en rechazo al gobierno de Nicolás Maduro, 124 personas asesinadas, 1.958 heridos y más de 5.000 detenciones arbitrarias; vale la pena rescatar las reflexiones que el co-redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Stéphane Hessel, expresó en su obra ¡Comprometeos!
En conversaciones con el activista Gilles Vanderpooten, Hessel opina que nuestra capacidad para indignarnos puede y debe llevarnos a acciones constructivas motivadas por el rechazo a la pasividad y la indiferencia. Es decir, que la indignación por sí sola no es suficiente si no actuamos. Es necesario denunciar, protestar y resistir. Incluso desobedecer, si fuere necesario, frente a lo que nos parece ilegítimo y cercena las libertades y los derechos fundamentales. Tomar parte en la “insurrección pacífica” que nos permita dar respuestas a un mundo que no nos conviene. En una palabra: comprometerse LEER MÁS
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