Thriller en bikini
"Habría que redactar un contrato. Era la verdad, pero aún así sentí vértigo. Iniciaría una sociedad con un gran tiburón blanco, una máquina de matar que no dormía nunca."
El título del post no hace referencia a Michael Jackson convertido en zombie y en traje de baño, sino al best seller del autor de los 150 millones de libros vendidos. Como lector omnívoro, a un thriller hay que entenderlo como lo que es: Unas cañas del viernes por la noche para romper la dieta fitness del mes; una película de James Bond luego de dos semanas del Festival de cine francés.
Leer a Patterson es conducir a 200 km por hora, de noche y con un herido en el asiento trasero. Un argumento interesante, el suspenso bien dosificado y crímenes que sorprenden por su sordidez. Hacia el final, una truculenta coincidencia en París desmorona una trama bien construida.
Como dato curioso, hay una mención a Venezuela. No es una referencia feliz.
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