El talento de Mr. Ripley
"-¡Hombres! Siempre están de suerte. A una chica no podría sucederle nada parecido ¡Los hombres son tan libres!...
Tom sonrió. Con frecuencia pensaba que las cosas eran precisamente al revés."
El Talento de Mr. Ripley, también conocida como A pleno sol o Tom Ripley 1.
A medio camino entre el Noir y el thriller de suspenso, Patricia Highsmith hace alarde de su magistral uso de la tensión desde la primera línea: "Tom echó una mirada por encima del hombro y vio que el individuo salía del Green Cage y se dirigía hacia donde él estaba. Tom apretó el paso. No había ninguna duda de que el hombre le estaba siguiendo."
Pero el enganche de la novela no es sólo cuestión de trama y estilo. La evolución del ambiguo e ingenioso Ripley, que pasa de ser un estafador don nadie a un refinado psicópata suplantador de identidades, te amarra en la proa de un crucero psicológico que va de Nueva York a Italia y no te suelta hasta llegar a Grecia. Ripley, en el fondo, es un resentido que no mata por diversión sino por impulso: Un medio para satisfacer su nuevo modus vivendi.
La vigencia de este magnífico libro se valida con el desdoblamiento identitario y moral del personaje, aparecido por primera vez en 1955, y que muy bien se amoldaría al postureo siniestro de las redes sociales del siglo xxi. Estoy seguro de que luego de bajar una pila de libros pendientes volveré por un trago de martini, de esos que se beben en las terrazas de Mongibello, para leer el resto de la saga.
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