Pyongyang
"¿Creen los norcoreanos todas esas chorradas que el gobierno trata de hacerles tragar?"
Para un venezolano es inevitable trazar paralelismos cuando se lee una obra sobre regímenes totalitarios cerrados. En la novela gráfica "Pyongyang", el dibujante canadiense Guy Delisle cuenta su experiencia de dos meses como supervisor de una serie de animación francesa en el SEK Studio, ubicado en la capital norcoreana.
Corre el año 2003 y Corea del Norte es gobernada por el «Querido Líder Supremo» Kim Jong-il (padre de Kim Jong-un). El choque cultural es inmediato. Apenas pisar el aeropuerto, Delisle debe lidiar con la asignación de un guía y de un traductor que controlarán todos sus movimientos. Durante su inusual viaje, contrastará el sistema socialista Juche con las libertades democráticas de occidente. El comunismo implantado por los Kim es referenciado con la sociedad distópica de "1984" de Orwell.
Delisle se devuelve a Francia pero uno se queda con un sabor amargo en la boca. Con la preocupación de que Venezuela no se convierta en la Corea del Norte de Suramérica.
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