Las cosas que perdimos en el fuego
"Nuestras madres lloraban en la cocina porque no tenían plata o no tenían luz o no podían pagar el alquiler"
Ágil, brutal y soberbio. El libro de Mariana Enríquez no solo explora el género de terror desde lo fantástico, sino que se sumerge en temáticas sociales propias de Latinoamérica como la violencia, la pobreza extrema y la opresión política. La cotidianidad de la región puede llegar a ser más pavorosa que monstruos y fantasmas.
Premio Ciudad de Barcelona 2017, Las cosas que perdimos en el fuego incendia sus páginas desde el primero de sus doce relatos, El chico sucio, uno de mis favoritos junto a El patio del vecino y Tela de araña. La autora nos regala una prosa sin tregua. Y en el centro de todo, la figura femenina: mujeres que arden, que se drogan, que se arrancan la piel, que son víctimas de maltratos, incomprensión y crueldad; pero que también se erigen en vengadoras. Una obra cuya lectura recomiendo ampliamente.
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