El bebé de Rosemary

"¡Por 1966, el Año Uno!"

En ocasiones, lo verdaderamente aterrador no son los fantasmas ni los demonios, sino el comportamiento humano. En “El bebé de Rosemary” (conocida como “La semilla del diablo” en España), Ira Levin nos sumerge en un oscuro y retorcido mundo de brujería moderna. La novela explora temas como la manipulación, la ambición y los límites morales, obligándonos a confrontar nuestros miedos sobre el embarazo, la maternidad y las decisiones que tomaríamos en circunstancias extremas.

"Ella abrió sus ojos y vio ojos amarillos como hornos, olió azufre y raíz de tanis, sintió un aliento húmedo en su boca, oyó gruñidos de lujuria y la respiración de espectadores."

Publicada en 1967, la obra sigue la historia de una joven madre manipulada para dar a luz a un hijo producto de una conspiración satánica. Levin mantiene al lector en vilo hasta el desconcertante giro final, explorando la brujería, el ocultismo y el engaño.

"Todos ellos. Todos ellos. Todos estaban metidos en esto. Todos ellos brujos."

La adaptación cinematográfica dirigida por Roman Polanski en 1968 captura magistralmente la esencia inquietante y sobrenatural de la novela. Sin embargo, la película también está marcada por la tragedia: la actriz Sharon Tate, esposa de Polanski, interpretó a uno de los personajes secundarios, Terry Gionoffrio. Al año siguiente, Tate, embarazada de ocho meses, fue asesinada por seguidores de Charles Manson, agregando un aura de tragedia a la película y el libro.

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