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Mostrando entradas de febrero, 2013

EL CUARTETO DE NOS: ROCK INTELECTUAL

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"La verdad, es que no hay una verdad (leí en una pared de la ciudad)" Lo malo de ser bueno, del disco Porfiado. " Ya leí a Arthur Conan Doyle, ya me pasé de nafta a gasoil Ya leí a Bretón y a Molière, ya dormí en colchón y en somier" Ya no sé que hacer conmigo, del disco Raro. A riesgo de recibir viscerales y fundamentadas críticas por el título de mi nota, no pude encontrar mejor definición para la experiencia de escuchar el Cuarteto. Siempre me ha parecido difícil conciliar las letras del rock en español con la música. Salvo honrosas excepciones encabezadas por "Soda Stereo", hay una resistencia del lenguaje a sincronizarse con este estilo musical, contrario al inglés, idioma de palabras y frases cortas. Nuestro idioma goza de hermosas baladas, pegajosos merengues, reguetones y salsas cabillas, pero mucho del éxito del rock lo ubicamos cuando se funde con ritmos fusión como el llamado "Rock Latino". Contabilizar cuántas canciones b

DISFRAZ DE BANCA VINOTINTO

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Decidir el disfraz se convirtió en un reto de este 2013. En unos Carnavales atípicos, en donde la escasez de productos nos dejó sin harina ni postura de gallina para arrojarle a la gente, la gran bomba llenada con un balde de agua fría la lanzó el gobierno devaluando la moneda de $4,30 a $6,30. Hay gente con talento para la máscara y comparsa. Fue entonces cuándo pensé en el digno disfraz que titula esta nota: "Jugador de la Banca Vinotinto". Nada refleja mejor nuestra realidad que ese jugador de banca que se esfuerza en formar parte del equipo, que quiere más que nadie que el país vaya a su primer "Mundial" en un año crucial para la clasificación, pero que se queda ahí, muy cerquita de ayudar, a expensas de la decisión de un tercero que lo ignora, un Director Técnico que no cambia de jugadores así pierda los partidos. Un jugador de banca que mira con asombro a un público esperanzado y fiel a pesar de las muchas derrotas y los pocos aciertos. Público

EL PRÍNCIPE GRIS O LO QUE DEJA LA TRILOGÍA "50 SOMBRAS"

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Desde muy niñas, a las mujeres se les inculca (al menos en occidente), su condición de "princesas" que al crecer conocerán al hombre perfecto salido de un cuento de hadas: su "príncipe azul" (con el que siguen soñando incluso de adultas). O al menos era así hasta hace muy poco.   En 2011, la británica E. L. James, irrumpe con su trilogía "50 Sombras", novela romántica en clave erótica devenida en best-seller mundial. La novela narra en primera persona la relación de contrastes entre Anastasia Steele, una virgen de 22 años que recién se gradúa en Letras, y Christian Grey, un atormentado multimillonario con tendencias "BDSM" (Bondage o Atamiento/Disciplina, Dominación/Sumisión, Sadismo/Masoquismo). La usual indiferencia femenina hacia la literatura con contenido de sexo explícito, mayormente de consumo masculino, es envuelta en un empaque romántico al mejor estilo de Corin Tellado o Danielle Steel (un guiño que encontramos en el apellido